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La empresa catalana DFC llega a un acuerdo para comercializar en España cargadores eléctricos ultrarrápidos

DFC ofrece su producto a las 11.000 gasolineras que hay en España y tienen en cartera la realización de 600 instalaciones.

 

La empresa barcelonesa DFC Factory Telecom Solutions firma a través de una de sus divisiones un acuerdo con la firma portuguesa i-charging para comercializar el cargador eléctrico ultrarrápido blueberry para coches y motocicletas. De esta manera, la compañía con sede en Barberà del Vallès se reserva de manera exclusiva la distribución e instalación del mismo entre más de 11.000 gasolineras repartidas por España y Andorra.

 

En la actualidad, los vehículos eléctricos suponen el 2,14% del parque de automoviles en España, conformado por un total de 28 millones de unidades. Una cifra que se espera que crezca durante los próximos años con la llegada de la Ley de cambio climático, que prevé acabar con el vehículo contaminante en 2040 y, por lo tanto, a parecer del CEO de DFC, José Miguel de Fulgencio, «es razonable que uno de los principales destinos de los fondos Next Generation sea la automoción».

 

El cargador blueberry, fabricado 100% en Portugal, permite, además de poder cargar entre el 20% y el 80% de la capacidad de la batería del vehículo en 15-20 minutos, con poder satisfacer todas las necesidades del usuario final, como disponer de cable equivalente al de la gasolinera con 4,7 metros de longitud o atender a vehículos con todo tipo de batería.

 

La estrategia a medio-largo plazo de DFC es centrarse en el mercado de las gasolineras, tanto urbanas como interurbanas, ya que «la legislación impone la creación de Zonas de Baja Emisión (ZBE) en todas las ciudades de España de más de 50.000 habitantes», por lo que el proyecto de instalación de los cargadores ultrarrápidos blueberry comenzará «en las estaciones de servicio próximas a estas zonas de exclusión» dado que son las que tienen «mayor necesidad de adaptarse a la nueva legislación», explicaba de Fulgencio.

 

A lo largo de este año se espera que hasta 60.000 vehículos eléctricos, tanto públicos como privados, sean matriculados en España, lo que supondría un crecimiento del 40% con respecto al año anterior. En 2019, la venta de automóviles eléctricos se cerró en 19.617.

 

 

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